“El modelo de la razón misma es la orientación en el espacio”. (Peter Sloterdijk parafraseando a Kant1)
No existe ninguna línea recta en la naturaleza. La línea recta es una abstracción del hombre, un producto de su sistema de representación del mundo, que bebe de las aguas del pensamiento griego y de la geometría euclidiana. En ella, la recta se define como la sucesión infinita de puntos en una sola dimensión o dirección y, por lo tanto, no tiene principio ni fin. La única recta que el hombre conoce de la naturaleza es, paradójicamente, el horizonte.