ELISA VALERO. La luz es el tema

ELISA VALERO RAMOS nació en Ciudad Real en 1971 y en 1996 obtuvo el Premio Extraordinario Fin de Carrera en la E.T.S.A. de Valladolid. En el año 2000 obtuvo el Doctorado en la E.T.S.A. de Granada, donde es profesora Titular de Proyectos Arquitectónicos desde el curso 2000-2001. En 2003 disfrutó de la Beca de la Academia de España en Roma y ha sido profesora visitante en la Technische Universität Berlin Institute für ArchiteKtur,  Facoltà di Architettura de la Università di Roma Tre, en la Facultad de Arquitectura de la UNAM México DF, en el BTU Architecture School Cottbus, en The Royal Academy of Fine Arts School of Architecture, Copenhague, Ecole d´archittecture de Paris-Belleville.

Entre sus obras más destacadas se encuentran la restauración del Restaurante Manantiales del arquitecto Félix Candela en Xochimilco (México), la Restauración de la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias en Granada, el Centro Social Polivalente en Lancha del Genil (Granada), 13 viviendas autoconstruidas en Palencia y la Galería en la Pizarrera, Madrid.

Además de haber escrito libros tan interesantes como “Ocio peligroso, introducción al proyecto de arquitectura”, Elisa Valero ha contribuido a la difusión de la importancia de la LUZ en la Arquitectura a través de “LA MATERIA INTANGIBLE. Reflexiones sobre la luz en el proyecto de arquitectura” (recientemente reeditado, ya se han vendido más de 2.500 ejemplares) y del “DICCIONARIO DE LA LUZ”.

El pasado 17 de marzo Elisa Valero dio una conferencia en la E.T.S.A. de Barcelona que tituló “VARIACIONES DE LUZ”; a través de tres de sus últimas obras demostró una vez más que LA LUZ ES EL TEMA.



¿Por qué la luz es tan importante para la arquitectura?

Porque la luz es importante para el hombre. Porque a través de ella percibimos el mundo. Porque cualifica el espacio. Porque es un regalo maravilloso. Porque la arquitectura no es otra cosa que restar luz y sumar luz.

¿Cómo y cuándo te diste cuenta de que la luz es el tema central de la arquitectura?

Mi madre era pintora, y a través de su paleta y de su vida supo trasmitir extraordinariamente  la importancia de la luz y del color. Ella abrió mis ojos a la vibración de la sombra, a la emoción del color y a la potencia de la luz.  Recuerdo que me impactó el Pantheon a los dieciséis años, ese magnífico espacio cambiante bajo la luz, y creo que fue entonces cuando descubrí la arquitectura.

¿Cómo trabajas con la luz cuándo te enfrentas a un nuevo proyecto? ¿Qué instrumentos de concepción/verificación/representación utilizas?

Después de unos años dedicados a hacer la tesis sobre la materia intangible, reflexionando sobre la luz en el proyecto de arquitectura, cada una de mis obras eran y siguen siendo laboratorios de luz. La luz se domestica se conduce y se filtra de mil modos. Empezamos estudiando las orientaciones, trabajando con tablas y dibujos, las diferentes inclinaciones del sol en invierno y verano, también trabajamos con maquetas, pero siempre hay que hacer ajustes finales, especialmente en situaciones delicadas como la iluminación de obras de arte.

Siempre pensando en la luz, ¿con cuál de tus obras te sientes especialmente satisfecha? ¿Por qué?

Cada obra es diferente y en cada una se responde a problemas diferentes por lo que es difícil hacer una comparación. La casa en San Isidro, en el centro de Granada, fue una de mis primeras obras y en ella experimenté mucho con la manipulación y conducción de la luz. Pero quizás sea la Galería en la Pizarrera uno de los retos más atractivos que he tenido nunca, y creo que hemos conseguido un muy buen resultado en la iluminación natural y artificial. Es un espacio para albergar obras de arte que atraviesa un jardín y se ilumina cenitalmente. El interior tiene una luz difusa y continua, rítmica y variable. De noche la luz sale iluminando tenuemente el exterior.

Es evidente tu interés por la luz en tus obras, pero también en tus escritos…

He escrito varios libros y artículos sobre la luz, creo que escribir ayuda a ordenar las ideas y a hacer trasmisible el conocimiento. En estos momentos estoy acabando otro artículo sobre la luz en el espacio Sacro que me han encargado para una revista italiana.  Aunque ahora dirijo un proyecto de investigación sobre temas de reciclaje urbano siempre sigo repensando la luz, y disfruto descubriendo nuevas cosas.

¿Nos puedes decir un proyecto de un arquitecto, actualmente en activo, que te parezca especialmente sugerente por su modo de trabajar con la luz?

Diré dos, en  Granada tenemos un buen ejemplo de Alberto Campo Baeza en la Caja de Granada y  en Barcelona la Biblioteca de Llinas en la plaza Lesseps. Creo que es una constante de la buena arquitectura de todos los tiempos trabajar bien la luz, aunque en muchos casos no se haga de forma consciente.

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