“En su cara hay un jardín” Thomas Campion (1567-1620)

Traducción del artículo “There is a garden in her face” de Aldo van Eyck. Publicado en Forum, agosto 1960, n. 3, p. 121 (ahora en: Van Eyck, A., Collected articles and other writings, 1947-1998, Amsterdam, SUN, 2008, pp. 293 y ss). En los primeros parágrafos Van Eyck introduce simultáneamente los conceptos de espacio y tiempo, conceptos que desembocaron directamente en los de lugar y ocasión y que desde entonces ocuparían un lugar muy importante en su pensamiento. El presente texto fue reeditado en varias ocasiones bajo el título “Place and Occasion”, y fue ligeramente modificado en Progressive Architecture, septiembre de 1962, y reducida en The Child, the City and the Artist. La versión reducida fue publicada por primera vez en Architectural Design, diciembre de 1962.  


Aldo van Eyck


 El espacio no tiene cabida para el hombre y el tiempo, ni un momento.  

Está excluido.  

Para “incluirlo” ─ayudar a su regreso a casa─ debe ser acogido en su significado  

(el hombre es tanto el sujeto como el objeto de la arquitectura).  

Sea el que fuere el significado de espacio y tiempo, el lugar y la ocasión significan más.  

Porque espacio en la mente del hombre es lugar y tiempo en la mente del hombre es ocasión.  

Hoy en día, el espacio y aquello con lo que debiera coincidir para llegar a ser “espacio” ─el hombre en casa consigo mismo─ están perdidos. Ambos buscan el mismo lugar pero no pueden encontrarlo.  

Proporciona ese lugar.  

¿Es capaz el hombre de entender el material que organiza para crear una forma persistente entre una persona y otra; entre lo que está aquí y lo que está allí; entre este momento y el siguiente? ¿Es capaz de encontrar el lugar apropiado para la ocasión apropiada?  

No ─Así que empieza con esto: haz  

una bienvenida de cada puerta 
una cara de cada ventana.  

Haz de cada una de ellas un lugar, de cada casa y de cada ciudad un montón de lugares (una casa es una diminuta ciudad, una ciudad, una enorme casa). Acércate al centro de la realidad humana y construye su contraforma ─para cada hombre y para todos, porque ellos ya no lo hacen por sí mismos. Senmut[1] hizo lo que se le había ordenado hacer: una casa habitable de granito para una única reina muerta. Son incapaces los hijos de Senmut de hacer hoy lo que se les pide hacer: lugares habitables para los millones que viven, pero que ya no pueden moldear su propia casa de barro, ni ya deben cargar con el granito. Arquitectos y urbanistas han llegado a ser verdaderos especialistas en el arte de organizar la escasez. El resultado se parece mucho a un crimen. Ha llegado el momento de cambiar.   Quienquiera intente resolver el acertijo del espacio en abstracto construirá el perfil del vacío y lo llamará espacio. Quienquiera intente encontrar al hombre en abstracto hablará con su eco y llamará a eso diálogo.  

El hombre tanto toma aliento como lo da ¿Cuándo hará lo mismo la arquitectura? 

Traducción: Equipo de traducción y Lyudmyla Moskalenko
Selección y revisión: Ángel Martín Ramos
  


[1] Senmut, un antiguo cortesano egipcio que vivió durante el siglo XV a.C., fue el arquitecto del templo mortuorio de Deïr-el-Bahari.

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